Rifa de borregos

Una de las formas que la Hermandad de Jesús Nazareno tenía para recaudar fondos, y que en la actualidad no se realiza, era la tradicional rifa de borregos, que se llevaba a cabo el día del Corpus en la Plaza de Arriba.

De los Libros de Actas y de Cuentas de la Hermandad de Jesús Nazareno podemos extraer algunos datos de esta rifa, y así tenemos que en el año 1925 se acordó rifar 20 borregos. Para lo cual, se emitieron 300 papeletas por cada uno de los mismos, siendo el precio de cada papeleta de 10 céntimos, por lo que el beneficio de dicha rifa podría ascender a 600 pesetas en caso de venderse todos los números

A la Hermandad le salía gratis los borregos ya que estos eran donados por devotos de Jesús que tenían ganado, como podemos ver en la siguiente petición que les hace la Junta Directiva en ese mismo año:

“Los abajo firmantes como Junta Directiva de esta Cofradía ruegan a V. contribuya según la buena costumbre antigua para beneficiar los recursos de que se vale todos los años, con la tradicional rifa de borregos, que se celebra el día del Señor, regalando un borrego, cuyo favor le recompensará Dios Nuestro Señor. Loja 15 de Mayo de 1925, Francisco González Jiménez, Miguel Rodríguez Lara, José Jáimez Piqueras, Horacio Lara, José Navarro, Miguel Álvarez, Manuel Chamorro Quesada y Honesto Caro.”

Se acordó que el beneficio de la rifa de ese año se invirtiera en obras de arreglo de la ermita de Jesús, sobre todo en la mejora de la capilla y la reparación del camarín de Nuestro Padre Jesús Nazareno.

En el año 1926 le correspondió a cada hermano la venta de 150 papeletas para la rifa de los borregos, teniendo que entregar a la Hermandad el importe recaudado el domingo de la Santísima Trinidad.

A partir del año 1927, el número de borregos que se rifa es de doce, emitiéndose ese mismo año para cada uno de los borregos 600 papeletas, a un precio de 10 céntimos cada número, por lo que el beneficio sería de 720 pesetas en caso de venderse todas.

Como algunos hermanos en años anteriores devolvieron papeletas que les correspondían vender, en el año 1928 se acordó la obligatoriedad de vender todas las papeletas, sin que se permitiera la devolución de ninguna de estas.

Los años treinta fueron convulsos ya que durante la República se prohibió la Semana Santa y al principio de la guerra civil fueron quemadas las imágenes. Pero al finalizar ésta la actividad vuelve a renacer con gran fuerza, adquiriendo una nueva imagen y recuperando también la rifa de borregos en el año 1941, recaudando la cantidad de 750 pts por la venta de 3.000 papeletas a un precio de 25 céntimos cada una por la rifa de 6 borregos.

En 1942, a la hora de repartir las papeletas de la rifa entre los hermanos de Jesús para su venta, uno de estos se negó a recogerlas por lo que fue expulsado de la Hermandad. En ese mismo año la cantidad recaudada ascendió a 2.700 pts correspondientes a la rifa de 18 borregos (150 pts de beneficio cada uno).

En el año 1943 el beneficio obtenido ascendió a 2.331 pts por la rifa de 10 borregos.

En el año 1944 se recaudó la cantidad de 2.187,50 pts. A esto hay que sumarle 640 pts que resultó de la venta de los borregos que sobraron de la rifa de ese año.

Tras varios años en los que no se desglosan los ingresos y gastos y por lo tanto desconocemos las cantidades que recaudó la Hermandad por este concepto, llegamos al año 1971, en el cual la cantidad recaudada asciende a 23.210 pts, más 1.800 pts de una segunda rifa de borregos. Y es precisamente este año de 1971, el último en el que queda reflejado en el Libro de Cuentas de la Hermandad de Jesús Nazareno, los ingresos por esta tradicional rifa, que suponía una importante fuente de financiación para la Hermandad de Jesús.